domingo, 23 de mayo de 2010

Mi hija aún no lee mi blog

Una semana. Eso cumple mi hija Victoria esta noche. Y la verdad es que es difícil de creer. Siete días que han pasado volando. Aún me parece increible que haya nacido, que ya esté aquí, y que seamos tres en la familia. Además, esta tarde se van mis suegros, que nos han acompañado desde el nacimiento, con lo que ya entraremos en la "rutina" normal, es decir, mi mujer, mi niña, y yo. Y a ver cómo nos va. De momento no puedo tener queja. Y digo no "puedo" porque, como quejica absoluto que soy, digno seguidor de "Don erre que erre", quejarme, pues sí, a vece me quejo, aunque no tenga derecho a ello. Lo digo porque por suerte y gracias a Dios tanto la madre como la hija están estupendamente de salud y ánimos, y teniendo esto no se puede pedir más. Pero claro, para alguien como yo, cuyo parecido con Sheldon Cooper, el coprotagonista de Big Bang Theory, va más allá de la afición a los cómics, la irrupción de una personita, tan adorable como impredecible y de comportamiento inexpicable... me cuesta, me cuesta. Eso sí, poco a poco me voy haciendo a la situación.

Pues nada, que la niña cumple una semana, y Wayne otra como papá, claro. Y todo esto os lo cuento porque llevo días sin subir nada al blog, pero es que me falta tiempo y sueño. Una vez me vaya acostumbrando a mi nuevo status vital, a ver si retomo el ritmo de producción "blogueril".

Termino con algo que no es demasiado agradable recordar, y menos teniendo en cuenta el feliz cariz de las últimas entradas del blog: no se permiten comentarios anónimos con intención de criticar o molestar al autor de este blog, o a cualquiera. Quien tenga algún reproche lo puede hacer dándose a conocer, pero no demostrando su cobardía guareciéndose en el anonimato. Y, además, creo que quien quisiera hacer tal cosa ha tenido un año y medio de existencia de este blog para llevarla a cabo, y no esperar a situación tan dichosa y alegre como la que estoy viviendo. Pero vamos, quien lo haya hecho, amén de ser borrado su comentario en cuanto lo he detectado, únicamente manifiesta su vileza y pobreza de espíritu.
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miércoles, 19 de mayo de 2010

Flash informativo: Wayne es papá.

A falta de extenderme más en un futuro sobre la experiencia vivida ayer, desde una habitación del Hospital General de Ciudad Real os informo del final de una historia y el principio de otra que a buen seguro será aún mejor. Tras 11 horas en el paritorio y un gran esfuerzo por parte de su madre, su padre y el personal médico que los atendían, amén de los nervios de los cuatro abuelos que esperaban fuera, Victoria, hija de Wayne y su santa esposa, vino al mundo a las 22:50 horas del día 18 de mayo de 2010, con un peso de 3 kilos y 360 gramos y unos pulmones muy adecuados para hacer pasar la noche en vela a sus progenitores, como ya ha hecho en las dos ocasiones en que ha tenido oportunidad. En posteriores informes aumentaremos los detalles. Leer más...

domingo, 16 de mayo de 2010

De recortes y egoísmos: tenemos lo que nos merecemos.

La situación política y económica actual sin duda ha ensombrecido el debate educativo. La decisión adoptada por el gobierno (bueno, por el presidente del gobierno, y no sabemos si "impulsada" por "agentes externos") el pasado miércoles nos pone ante un panorama realmente complicado. Este recorte del gasto social, sin parangón en la historia de nuestro país, no sólo demuestra la mala administración de nuestros actuales gobernantes, sino que nos hace temer por cuál será la realidad financiera del Estado, pues difícilmente te puedes fiar de quien dice hoy blanco y mañana negro con total descaro y desvergüenza. Más aún cuando continúan faltando al respeto a los ciudadanos (otra cosa es que los ciudadanos se lo tengan merecido) asegurando que "no se tocan los pilares básicos del Estado del bienestar". Sin embargo, hagamos un repaso de los ministerios a los que afecta esta medida.

Nos encontramos con el ministerio de Sanidad y Bienestar Social(recorte farmacéutico, fin del cheque-bebé y sueldos de enfermeros, médicos y personal sanitario en general), el de Educación (recorte de sueldos de docentes), el de Interior (recorte de sueldos de las fuerzas de seguridad del Estado), el de Justicia (recorte de sueldos en la adjudicatura y a los funcionarios que trabajan en tribunales, ya en condiciones muy precarias), el de Trabajo y Asuntos Sociales (congelación de pensiones y retirada de la retroactividad en las ayudas de la Ley de Dependencia), y el de Fomento (recorte en su partida presupuestaria). Así las cosas, no se ven afectados por el "plan de ahorro" el Ministerio de Vivienda (cuando las competencias en estamateria son de las CCAA), el Ministerio de Cultura (la subvenciones a los amigos de la SGAE, el "Nunca Mais" y la ceja ni tocarlas), el Ministerio de Igualdad (sin palabras), el de Defensa (perdón, la ONG que no participa en guerras y que está en Afganistán dando cursillos de buenos modales), el de Industria (Sebastián y sus ideas brillantes pero de bajo consumo, claro), el de Medio Ambiente y el de Ciencia e Innovación (¿pero existe un ministerio para esto?¿y qué hace?, porque los resultados no se ven por ningún lado). Dejo aparte el de Trabajo e Inmigración que bastante tiene con negar el número de parados reales que tenemos (porque ojo, hay muchos que no los cuentan y lo están, como los de los "cursos de formación", y muchos que no lo están y no los cuentan, como los cientos de miles que trabajan "de strangis").

Echen un vistazo y si eso no es recortar el gasto social y afectar a los ministerios más importantes para el Estado del Bienestar, que baje Dios y lo vea (uy, lo siento, un dios laico, en todo caso).


Como decía al principio, el debate educativo queda en segundo plano ante esta situación, ante la que sólo podemos decir, "por favor, por favor, que me quede como estoy" porque parece que hablan más sus silencios (o mentiras directamente) que sus palabras. Mal asunto si olvidamos tan pronto la necesidad de una reforma de la educación, más en concreto teniendo en cuenta que gran parte de los males que asolan España seguramente son provocados por la deficiente formación, a todos los niveles, de gran parte de la juvetud. Bien es sabido que una juventud atontada y aborregada (no hay dinero para las pensiones ni para los sueldos de los funcionarios, pero sí para seguir subvencionando todos los festivales de verano en España, no sea que los pobres "críos de entre 15-35 años" se aburran y les dé por leer o directamente pensar) favorece al poder, y en ello se afanan unos y otros desde hace 20 años, pero los daños colaterales de esto son la falta de formación, la molicie, la ineptitud, la vagancia, y en casos extremos el vandalismo. Y así estamos. Precisamente ahora que un ministro parecía que quería encaminarnos hacia una solución, o al menos tomar conciencia del problema, van "los otros" y hacen saltar por los aires el primer intento sincero de acuerdo en dos décadas. Cojonudo. Al enemigo ni agua, ¿no?. Aunque las víctimas sean las nuevas generaciones de españoles ("Nuevas generaciones", qué paradójico) y la sociedad en general. Un ejercicio más de irresponsabilidad por parte de nuestros políticos, en este caso, del PP. Y más sangrante aún es que seguramente fuese la última oportunidad de llevarla a cabo. Porque si algún día el PP gobierna y quiere hacer de nuevo una reforma educativa, no se lo van a a permitir como ya hiciron hace unos años, pero esta vez teniendo excusa y coartada.

Pues estos son nuestros políticos. Bueno, políticos y no políticos, que ahí tenemos a los sindicatos. Era casi cómico ver la reacción de los líderes de UGT y CCOO ante el decretazo de ZP. Porque claro, los hombres tenían que parecer enfadados, por lo que había hecho el presidente(no sólo la cuestión de los recortes, sino pasarse por el forro de los mismísimos todos los acuerdos con los sindicatos de un tiempo a esta parte), pero en realidad les da igual, pues mientras los tenga paniaguados y mantenga sus subvenciones y sus liberados, ellos tan contentos. ¿Se imagina alguien que este decretazo lo hubiesen hecho "los otros"? ¡Arde España!¡El apocalipsis! Pero claro, no es bueno morder la mano que te da de comer. Ahora van y proponen una huelga el 2 de junio... ¿pero cómo vamos a secundar una huelga promovida por los que han sido cómplices de esta situación? ¡Si lo que tendríamos que hacer es una huelga contra los sindicatos! Qué cara más dura, madre mía.

Pero eso sí, continuamente escuchamos estos días que qué malos son los políticos, y los sindicatos, y los periodistas... Pues oye, estoy de acuerdo, pero tampoco pongo el grito en el cielo porque tenemos los que nos merecemos. Así de claro. El problema no son sólo ellos, sino la propia sociedad española. Porque ahí están, y los hemos educado, formado, votado, tolerado y alentado. Y ahí siguen. Y hay quien aún se cree que la culpa es de "los especuladores", cual conspiración judeo-masónica en tiempos de Franco se tratase, y quien piensa que con unas elecciones anticipadas todo arreglado. Ilusos. El problema es España, esta sociedad de mierda donde la falta de respeto, el egoísmo, la impunidad, la picaresca, la mentira, la irracionalidad, la ideología vacua y el hedonismo campan a sus anchas y se han convertido en nuestra enseña nacional. Y todo empieza en la escuela, qué digo, antes aún, en las casas de cada cual, enseñando a cada españolito que viene al mundo los vicios y las virtudes del ser humano, travistiendo los unos en los otros habitualmente como podemos apreciar en esa ventana al mundo que es la televisión, o en ese elemento potencial de libertad que se ha tornado en realidad de estupidez y borreguismo masivo como es internet.

Increiblebleble.

Un poco pesimista para alguien que está a punto de ser padre, podréis pensar. Pues sí, razón tenéis. Pero me lo planteo como una terapia. Estoy exorcizando los malos espíritus, echándolos de mi persona, para que cuando llegue ese momento sólo lo mejor de mí esté presente. A ver si soy capaz. Eso espero. Creo que algo he conseguido ya. Vamos, que me he quedado más a gusto. Pues eso. Hala, un saludo. Leer más...

lunes, 10 de mayo de 2010

Grandes páginas del cómic: X-Men Dios ama, el hombre mata

Recupero una de las secciones más olvidadas, y es que sólo llegué a hacer una entrada. Me refiero a las “grandes páginas del cómic”. Si bien es cierto que comencé con el Amazing Spiderman 122 (aquí), cuando pensé en crear esta sección lo hice teniendo en mente el cómic que hoy recordaremos. Se trata de la Novela Gráfica de Chris Claremont y Brent Anderson X-Men: Dios ama, el hombre mata. Fue publicada en los EEUU en 1982, y aquí en España en 1983, inaugurando la colección Novelas Gráficas Marvel de Cómics Forum (un intento de publicar en formato “de lujo” cómic americano). Consituye, en mi opinión, la mejor historia de la Patrulla X jamás escrita (seguida muy de cerca por “Días del futuro pasado”) y una de las cimas del cómic americano, que ya es decir mucho. Por supuesto, conservo un ejemplar de su primera edición en castellano en un estado bastante aceptable.

Echando la vista atrás, este cómic aún no sé cómo cayó en mis manos, porque por el precio que tenía no me era demasiado asequible (costaba 550 ptas., y mi padre me compraba dos cómics a la semana, a 95 ptas. cada uno, así que seguramente lo leí prestado por el vecino de arriba de mi casa de entonces, que era también un gran aficionado y mayor que yo). El caso es que por las fechas, y teniendo en cuenta la errática distribución de entonces, yo debí leerlo con seis o siete años. Como comprenderéis, a esa edad a uno aún le pasan muchas cosas por alto, pero sí recuerdo que su lectura me dejó dos sensaciones: no me gustó el dibujo (estaba acostumbrado a un trazo más limpio como los de un George Perez, un John Byrne o un Sal Buscema; aunque con los años en cambio he ido apreciando el magnífico trabajo de un Brent Anderson que después ha ilustrado también una de mis colecciones favoritas, el Astro City de Kurt Busiek) y algunas de sus páginas removieron mi infantil conciencia. Con los años y relecturas, he entendido el porqué de esto último.

Lo primero es que en la segunda página, así sin desayunar casi, se cargan de dos tiros a dos niños inocentes en un parque infantil. Después dejan sus cuerpos colgados de unos columpios, marcados con la palabra “mutie”. La temática está presentada: la xenofobia y el fundamentalismo. El concepto de los mutantes como seres inadaptados, rechazados y perseguidos estuvo presente ya en la creación de la original Patrulla X por parte de Stan Lee en 1963; sin embargo, será Chris Claremont, que dirigió el destino de los X Men durante 16 años ininterrumpidos (y con regresos puntuales sobre ellos con posterioridad), quien a partir de 1976 ahondará en estos conceptos. Se podría decir que el momento culminante de esta metáfora sobre el odio al diferente es la historia que nos ocupa.

Siguiendo con el argumento del cómic, Magneto encuentra los cadáveres (“su único crimen fue… haber nacido”, asegura en esa escena) y promete venganza. Recordemos en este punto que el enfrentamiento entre la Patrulla X y Magneto proviene de la distinta manera en que ven la solución del problema mutante: mientras Charles Xavier y los suyos desean convivir con la humanidad pacíficamente haciéndoles comprender que todos los hombres y mujeres, mutantes o no, son iguales, Magneto quiere imponer la superioridad del “homo superior” y someter a la humanidad. No es difícil darse cuenta con esto de la referencia implícita (o bastante explícita) a los grandes movimientos por los derechos civiles en EEUU de los 60 y 70, pudiendo ser Xavier y Magneto unos trasuntos de Martin Luther King y Malcolm X, por ejemplo. Por tanto, Magneto no es tratado como un villano al uso, sino que se le presenta como un luchador por la libertad de su pueblo, eso sí, cuyos métodos y objetivos son los equivocados.

A continuación se nos presenta al “malo” de la historia (y aquí ya la mente infantil de un niño que va a un colegio de curas empieza a confundirse un tanto): el reverendo William Stryker, líder de la cruzada mundial evangélica. Stryker es la personificación del típico predicador que tanto éxito tiene en los EEUU, siempre citando pasajes de la Biblia y capaz de congregar a miles de personas en uno de sus sermones. Pero claro, para mí era un cura y ya está, y era el malo… ¿pero cómo iba a ser malo un cura que, además, citaba la Biblia? (poneos en la época, que ahora la cosas son distintas, ya lo sabemos, aunque eso sea otro tema y no todos sean unos monstruos abusaniños como algunos nos quieren hacer creer, para mi opinión sobre el tema, pinchad aquí; volvamos al cómic).

La historia avanza y vemos varios episodios de racismo, así como a la Patrulla X preocupada por la escalada de violencia antimutante que se está viviendo. Nos enteramos que los asesinos de los niños del principio son un grupo paramilitar formado por Stryker, los Purificadores, y que su nueva misión es secuestrar al Profesor Xavier, “padre” y mentor de la Patrulla X. Así, cuando Xavier asiste a un debate televisivo sobre los mutantes, en el que la réplica la pone el propio Stryker, es secuestrado junto a Cíclope y Tormenta, que lo habían acompañado. El reverendo, que considera al Profesor el Anticristo, pretende que utilice sus poderes mentales, amplificados por una máquina de su invención, para contactar y destruir los cerebros mutantes de toda la nación. Para ello debe previamente lavarle el cerebro, y de nuevo nos encontramos con algunas páginas verdaderamente impactantes (en sueños Xavier es crucificado por sus discípulos mutantes, que muestran sus “verdaderas” apariencias demoníacas, y se turnan para infligirle torturas y humillaciones varias, llegando incluso a arrancarle el corazón). Como “prueba del algodón” de su lavado de mente, Stryker ordena a Xavier que asesine a Cíclope y a Tormenta, algo que, en apariencia, lleva a cabo. Todo está preparado, por tanto, para el gran sermón en el Madison Square Garden, donde tras predicar “la palabra de Dios” y denunciar la existencia de los mutantes, llevará a cabo su eliminación total gracias a Xavier. Una especie de “solución final” antimutante donde se ahorraría los campos de exterminio y las cámaras de gas gracias al extraordinario poder mental del Profesor X.

El odio de Stryker hacia los mutantes tiene un origen que él mismo relata. Treinta años antes estaba casado y esperaba un hijo. Tras sufrir un accidente de tráfico que provocó que su mujer se pusiera de parto, ayudó a nacer a la criatura, solo, en medio del desierto de Nevada. Pero su retoño resultó ser un mutante, al que asesinó a sangre fría, y después, cobardemente para no responder ante su crimen, a su propia esposa. De sus abominables actos culpó a la existencia de la raza mutante, y de ahí surgió su cruzada.

Mientras tanto los restantes miembros de la Patrulla X se afanan en encontrar a sus compañeros. En el transcurso de sus pesquisas, se encuentran con su eterno enemigo Magneto, que, en este caso, se tornará en aliado pues comparten objetivo: encontrar a Stryker (los X Men para salvar a sus amigos, y Magneto para acabar con él). Finalmente, La Patrulla y su sorprendente aliado encuentran y liberan a Cíclope y Tormenta, que en realidad no habían muerto pues el subconsciente de Xavier le había impedido cumplir con la orden de Stryker y había “reducido sus niveles metabólicos al mínimo, creando un apariencia de muerte” (que conste que estoy parafraseando el cómic).

Una vez reunidos, se dirigen al Madison, donde la gran reunión ha comenzado. Las palabras de Stryker, justificadas en la pasajes del Antiguo Testamento (pero burdamente manipuladas, eso sí), enfervorizan a la multitud congregada (sólo los policías encargados de la seguridad muestran algo de sentido común, sospechando del reverendo y de sus intenciones, algo que también hará posteriormente un senador presente en el acto). Tras su demagógica alocución, pone en marcha la “máquina antimutante”, que gracias a los poderes de Xavier, localiza a todos los mutantes de la zona para su posterior destrucción. Al entrar en contacto con la máquina, los mutantes comienzan a sangrar por los oídos. Paradójicamente, hay más mutantes de los que creían, y algunos de los presentes, que también son mutantes sin saberlo, también sangran. Es el caso del senador al que antes aludíamos, así como de la líder de los purificadores, la más fiel de entre toda la Cruzada de Stryker, que se vuelve hacia su pastor y le pide clemencia. Éste, sin embargo, no se la concede, pues su sagrada misión no ha de verse limitada por sentimentalismos, y la empuja desde su tribuna al vacío, acabando con su vida. Mientras la policía intenta controlar la histeria de la mayor parte del público, que quiere linchar a los mutantes “descubiertos” (aunque ya algunos ciudadanos empiezan a dudar de las palabras de odio de Stryker), la Patrulla X destruye la máquina y neutraliza al profesor sin hacerle daño.

Parece que los planes del reverendo han sido abortados, pero lo peligroso no era su máquina, sino sus ideas. Por ello, la Patrulla X sube al estrado para razonar con Stryker y rebatir sus argumentos. Y aquí llegamos a esas tres páginas que merecen estar, en mi opinión, en el olimpo del noveno arte. Aquellas páginas que con tan sólo seis o siete años agitaron mi conciencia y que pusieron el germen de una forma de pensar y unos principios éticos y morales que con los años he intentado que dirigieran mi vida y mis actos. Unas páginas que mostraban un dilema al que toda persona ha de enfrentarse, que curiosamente ya percibí en esa tierna infancia, y que se resumen en las palabras que Kitty Pride pronuncia cuado Stryker pregunta si a alguien como Rondador Nocturno se le puede llamara humano: “¡Ojalá yo fuera la mitad de persona que él! Y si tengo que escoger entre mi amigo y creer en tu Dios… escojo ¡a mi amigo!”.


Tiiiiiiio. Vaya toalla. Flipado me quedaba. ¿Eso era una blasfemia, como decía Stryker? ¿O era razonable y adecuado, como parecía leyéndolo? Por aquella época la duda me angustiaba en cierta medida ¿Qué debía sentir? O sea, yo estaba de acuerdo con Kitty, pero también creía en Dios y eso, así que… ¿era un hereje o algo así? Claro está que con aquellos años no era capaz de apreciar la importancia del posesivo “tu” junto al sustantivo “dios”, ni conocía la existencia de varias (cientos) corrientes cristianas, ni de distintas traducciones e interpretaciones de la Biblia, ni que tiene poco que ver el AT que tanto utiliza Stryker con el NT, ni que los actos siempre están por encima de las palabras… tantas cosas. Cuando eres niño ves las cosas más en blanco y negro, sin matices, y resulta difícil discernir donde está la verdad y cuál es el camino que debes seguir. Hoy, como entonces, sigo estando con Kitty, claro, y no por ello soy menos cristiano, sino que muy al revés, como todos comprenderéis, las palabras de la joven mutante no hacen sino certificar lo que decía San Pablo: “por sus actos los conoceréis”. Es el antídoto frente al fundamentalismo y la sinrazón. Pero, como ya digo, es algo que he comprendido con los años.

¿Cómo termina la historia? Lo podéis leer en las imágenes que adjunto: Stryker, lleno de odio, está dispuesto a disparar sobre la Patrulla X, que aguanta impertérrita con la razón de su lado, y, justo antes de que apriete el gatillo, un policía anónimo acaba con su vida, salvando la de los conscientemente indefensos e inocentes héroes.


Tras ello, las últimas páginas, ya con Xavier recuperado, nos muestran cómo Magneto y la Patrulla debaten sus diferentes puntos de vista sobre cómo ha de actuarse. Ante los asesinatos llevados a cabo por los purificadores, el Profesor admite que quizá equivocó el camino, que la humanidad sólo entiende el lenguaje del terror, y que podría ser la hora de seguir a Magneto para evitar más muertes mutantes. Empero, Cíclope le recuerda cuál es su sueño, el que les ha enseñado y les ha inculcado:

- “Nos has imbuido a todos un sueño, Charles, un sueño nacido de la esperanza y de la nobleza de las aspiraciones humanas. Hemos sudado, sangrado y algunos de nosotros muerto por hacerlo realidad. No quiero cambiarlo. Los medios son tan importantes como el fin, y tenemos que seguir ese principio. Si no, traicionaremos todo aquello por lo que hemos luchado, todos los sacrificios que hemos hecho”.

Oyendo esto, y viendo que no se unirán a él, Magneto se marcha. El profesor llora emocionado por la lucidez y arrojo de sus alumnos, que se han mantenido firmes en sus principios y convicciones incluso cuando él mismo ha vacilado, y el cómic concluye con Tormenta y Cíclope en un balcón bajo las estrellas, recordando lo sucedido:

- Por un segundo enervaste al profesor, te convertiste en maestro y él, en alumno- le explica Tormenta
- ¡Al infierno con todas las etiquetas!- exclama Cíclope- Necesitaba ayuda y se la dí, como él hizo conmigo. En realidad, eso fue todo. Necesidad y ayuda. Sacrificarse por otro.
- Y ese sacrificio es amor- aclara Tormenta.
- Lo que hace que el mundo gire- le apunta él.
- Ojalá fuese así- sentencia ella.

Y yo, siempre, con un nudo en el estómago y reprimiendo una lagrimita… como un gilipollas. Y así desde hace pues unos 26 o 27 años, ná menos, cada vez que lo releo. Ya véis. ¿Será ese mi poder mutante?
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jueves, 6 de mayo de 2010

Garfield: mi héroe (X, es decir, 10)

Seguro que habiendo dejado la X del número romano tal cual tendría más visitas(Garfield X, hmmmm, ¡orgías con gatos!), pero prefiero dejar claro que se refiere a un número para que nadie se lleve una desilusión.

Vuelve Garfield
en esta semana de espera tan importante para mi señora y para el que suscribe. Espero en pocos días notificar con alegría la mejor noticia que uno puede dar, pero parece que de momento hay que seguir esperando (no puede tardar mucho, pero los días se están haciendo algo largos, aunque aún quede tiempo dentro de lo que es normal). El caso es que para pasar el rato podemos echar un vistazo a las desventuras de nuestro héroe gatuno, Garfield. En la primera tira podemos apreciar una de las características de su personalidad que lo hace tan irresistiblemente adorable: la sinceridad. La siguiente no enseña que hay que informarse bien de todo antes de hablar, no sea que nuestras palabras revelen más de lo aconsejable sobre nosotros mismos. Por último, la causa por la que los perros son los mejores amigos del hombre. Sólo por esto es entendible (y me refiero a porque no son muy listos, que nadie busque segundas lecturas con la palabra "cola", jejeje).






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